Hoy niños, vamos a aprender todo sobre un tipo muy memorable de intercambiador de calor que podrías estudiar en tu curso de ciencias: el intercambiador de calor de placa y aleta, junto con algunas de las problemas que pueden presentar. Los intercambiadores de calor de placa y aleta son dispositivos de transferencia de calor de alto rendimiento que transfieren calor entre dos líquidos. Por ejemplo, si tienes una bebida caliente y quieres enfriarla; un intercambiador de calor puede hacerlo. Sin embargo, como cada gran invención, también vienen con sus problemas. Así que, exploremos más sobre estos problemas y descubramos por qué debemos tener precaución al usarlos.
No tan buenos en altas temperaturas:
La principal desventaja del intercambiador de calor de placa-fino es que estas estructuras pueden fallar a temperaturas de funcionamiento increíblemente altas. También pierden su eficacia cuando el calor supera los 350 grados Celsius, aunque pueden deteriorarse bien antes de este punto. Esto ocurre debido a la fusión del material que impide que las juntas se muevan desde donde están agrupadas. ¡Es como si el helado se derritiera porque se calienta, como una analogía! Por eso es realmente importante elegir un rango de temperatura de funcionamiento adecuado para los intercambiadores de calor de placa-fina con el fin de garantizar una operación segura y una vida útil más larga.
Puede atascarse:
El intercambiador de calor de placas y aletas también sufre de otra dificultad: la propensión a atascarse. En su interior tienen pequeños espacios que pueden bloquearse fácilmente con residuos, pequeñas partículas u otros sólidos en suspensión dentro del fluido que están manejando. Atascarlo es básicamente lo que ocurre si chupas demasiado fuerte por una pajita para beber un batido espeso. El problema es que cuando las aletas se llenan de suciedad, no funcionan tan eficientemente, por lo que tienen una capacidad de intercambio térmico menor de la que deberían. Es fundamental realizar mantenimiento regular para mantenerlos funcionando correctamente. Esto significa que deben inspeccionarse regularmente y limpiarse de suciedad y obstrucciones.
Costoso de reparar:
Dado que los intercambiadores de calor de placa y aleta se planifican con una complejidad, los costos de reparación son elevados. En el caso de que el intercambiador de calor resulte dañado, es casi imposible reemplazar esa parte y se vuelve costoso. En unidades más grandes, esto puede ser especialmente cierto, ya que los costos de soldadura y mantenimiento pueden aumentar muy rápidamente. Es similar a cómo reparar un juguete más grande podría tener un costo mayor que uno más pequeño. Así que es algo a considerar muy seriamente antes de comprar un intercambiador de calor para cualquier tarea o proyecto en tu vida.
Difícil de instalar:
Otra desventaja de los intercambiadores de calor de placa-fino es su instalación, que puede ser algo problemática. Estos tienen un diseño complejo, por lo que pueden requerir mucho espacio y deben estar perfectamente alineados, lo cual puede ser muy desafiante. Imagina intentar poner una pieza del rompecabezas con forma incorrecta. Cuando se realiza de manera inadecuada, esto retrasará y elevará el costo de la instalación. O como cuando estás trabajando en un proyecto y ocurre un evento inesperado, como que las cosas no salen como queremos, ¡lo cual es tan frustrante, verdad?
No apto para todos los trabajos:
Por último, pero no menos importante, los intercambiadores de calor de placa y aleta no son adecuados para todas las situaciones. Nunca son útiles para fluidos corrosivos o extremadamente abrasivos. Por ejemplo, si intentaras usarlo con algo muy fuerte como un ácido, simplemente no funcionaría. También fallan en condiciones extremadamente frías con temperaturas por debajo de -196 °C. Además, los intercambiadores de calor de placa y aleta pueden ser pesados y grandes, lo que también puede dificultar su uso en ciertas aplicaciones o industrias. Hola, igual que llevar una mochila llena de ladrillos puede hacer que caminar sea difícil.